La nutrición es el proceso involuntario mediante el cual nuestro organismo asimila, incorpora y utiliza los nutrientes que nos llegan a través de los alimentos que ingerimos.
A diferencia de la nutrición, la alimentación es el proceso voluntario en el que ingerimos alimentos que elegimos previamente.
Todas las personas, humanas y no humanas, necesitamos nutrientes, y estos se agrupan en 5 categorías: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Con una alimentación equilibrada conseguiremos una correcta nutrición, de modo que no haya déficit o exceso de energía ni nutrientes, y para que nuestra alimentación sea equilibrada debe cumplir 3 principios:
1. Debe aportar la cantidad de calorías que necesitamos. Esta necesidad de calorías dependerá de varios factores, como por ejemplo la edad que tengamos (si estamos en fase de crecimiento o no), si somos machos o hembras, si tenemos una actividad física sedentaria o activa, nuestro peso, estatura, etc.
2. Debe aportar los 5 grupos de nutrientes mencionados.
3. Debe aportar estos nutrientes en la proporción adecuada. En las personas humanas, la proporción adecuada respecto al total del aporte calórico es de un 55-60% de hidratos de carbono, un 30% de grasas y un 10-15% de proteínas.
Ya que la alimentación es el proceso voluntario en el que ingerimos alimentos que previamente hemos elegido, esta noche podría decidir asesinar y comerme al vecino del 4º, troceándolo, pasándolo por la parrilla o haciéndome un bocadillo con su pierna laminada. De ese modo obtendría proteínas, y como en este caso, tiene poca grasa saturada -porque va mucho al gimnasio-, esa podría ser una opción sana para mi cena de hoy. Además, acaban de tener un hijo y su madre le está dando de mamar, por lo que también podría quitarles a su hijo y succionarle los pechos a la vecina del 4º todos los días, para robarle la leche que podría beber en el desayuno, con unos cereales o galletas, o incluso hacer queso con esas secreciones mamarias. Mientras podría engordar a su hijo, para asesinarlo a los 4 meses, trocearlo y comerme su carne tierna, jugosa y nutritiva. Cuando la vecina deje de generar leche la podría inseminar para que volviera a quedar embarazada y generará más bebés a los que me podría comer, y más secreciones mamarias para hacer leche, quesos o yogures, repitiendo el proceso varias veces hasta que su fertilidad bajara, momento en que, dado que “ya no me serviría” para obtener más lácteos y bebés a los que comerme, la podría asesinar, para trocearla y comérmela como hice con su pareja e hijos.
Lo que acabo de decir es una opción real porque podría hacerlo (independientemente de que no sea legal), y obtener así nutrientes tras comerme hoy a la familia del 4º piso, mañana a los del 5º y así sucesivamente, hasta que no quedara ningún vecino humano en la finca, pasando entonces a comerme a los vecinos de la finca de enfrente, a los perros y gatos que vea por la calle, a las palomas, a las ratas, a las hormigas…
Es una opción nutricional alimentarme de ese modo, porque todas las personas somos alimento para otras, ya que somos contenedores de nutrientes. Pero si hiciera eso perjudicaría a todas esas personas que serían víctimas de mi decisión de incluirlas en mi alimentación. No sería una decisión y actitud justa, y por ello desde hace años no me alimento a costa de asesinar o pedir que asesinen por mí a otras personas (sardinas, pollos, vacas…), ni incluyo en mi alimentación algo robado a otras personas (lácteos, huevos, miel…).
La mayoría aún desconoce que las personas nos podemos catalogar en 3 grandes grupos en función de nuestra alimentación:
Carnívoras: son aquellas personas que “necesitan” nutrientes de origen animal para estar sanas; por ejemplo, el león necesita comer gacelas, cebras, humanas, etc.
Herbívoras: son aquellas personas que, contrariamente, no asimilan bien los nutrientes de origen animal, y por ello su alimentación es vegetal; por ejemplo, las vacas.
Omnívoras: las personas humanas estamos dentro de esta categoría, y eso es porque “podemos” alimentarnos de fuentes de origen animal y/o vegetal. Es decir, nutricionalmente “podemos” comernos a otras personas, las secreciones mamarias robadas a las mamíferas (humanas o no), los huevos robados a las aves, etc. Pero, es fundamental que nos demos cuenta de que no es lo mismo “poder” que “necesitar”, ya que perfectamente podemos obtener todos los nutrientes de los cereales, legumbres, hortalizas, frutas, frutos secos, semillas…
Aquí es donde debemos aplicar la ética. ¿Es justo que yo obtenga los nutrientes perjudicando a otras personas?. Si puedo cumplir los 3 principios de una alimentación equilibrada sin perjudicar a ninguna otra persona, ¿por qué no hacerlo?. No hay un 4º principio que diga que cierto porcentaje de los nutrientes deben provenir de otras personas, ya que nuestro organismo asimila nutrientes, y no le importa el origen de esos nutrientes. A nuestras células no les importa, por ejemplo, si los aminoácidos provienen del cadáver del vecino del 4º o de un plato de legumbres o un puñado de nueces.
Desde que somos niños nos educan a aplicar la ética en nuestra alimentación, pero de modo sesgado e injusto. Nos educan a excluir solo a las personas de determinadas especies como a las humanas -en casi todo el mundo-, a los perros y gatos -en occidente-, a los conejos -en Francia-, etc. Esto da lugar a actitudes hipócritas como que asociaciones de occidente pidan firmas para que, por ejemplo, en China no se coman a los perros, cuando en ese país, como en todo el mundo, son asesinadas y comidas miles de millones de sardinas, gallinas, pulpos, vacas, etc., que merecen el mismo respeto que los perros, y por ello lo que se debe pedir es que en ningún país se asesinen personas, ni se les robe para alimentarnos. Es una actitud tan hipócrita como si una asociación española pidiera firmas para que en India no se violen mujeres que sean rubias, que midan 1’72 cm, con ojos azules, y que tengan una peca en la nariz, de modo que no importara que las mujeres que no tuvieran esas características físicas fueran violadas en la India, ni que fueran violadas en el país donde se recogen las firmas. Lo que se debe reclamar es que ninguna mujer sea violada en ningún lugar del mundo, sin importar quién o cómo sea, e incluso, por justicia, que ninguna hembra sea violada (inseminándola contra su voluntad o forzando una relación con un macho de su especie), sin importar si es una mujer, una yegua, una cerda, una oveja, etc., sin importar cómo se haga o si se hace para obtener placer sexual, nuevos esclavos, secreciones mamarias para consumir como leche, queso o yogures, etc.
"El respeto no se debe medir en función de lo bonita o acariciable que es una persona"
Por ello, aunque todas las personas somos contenedores de nutrientes, por justicia debemos descartar a “todas” las personas como fuente para obtenerlos, sin importar si son humanas, gallinas, sardinas, pulpos, gambas, hormigas...
Entonces, ¿el veganismo es no alimentarse de otras personas?. No, esa es sólo una de las cuestiones que implica el veganismo. “El veganismo es un principio ético que rechaza la explotación de personas de otras especies para fines humanos" por ello el veganismo se enfoca en todas ellas y no en individuos de la especie humana, ya que los seres humanos tenemos leyes y disponemos de entidades que hacen valer nuestros derechos. A pesar de ciertas injusticias todas ellas están a disposición de autoridades que condenan todo acto de lesa humanidad.
Para entender más claramente el veganismo te recomiendo leer el articulo ¿qué es el veganismo?
En resumen, el veganismo implica considerar en el mismo nivel de respeto los intereses de personas de otras especies que al de las personas humanas, independientemente de sus características físicas, emocionales, inteligencia… y por ello es injusto considerar inferior a una persona o grupo de personas por aspectos arbitrarios como la especie, el tamaño o su orientación sexual…
Por ese motivo llevamos una nutrición de modo vegano, y aclarando que el veganismo no es una dieta, pero parte de ser coherente con este principio, es llevar una alimentación que no implique comerse a una persona distinta a la de nuestra especie. Con este articulo nos hemos dado cuenta de lo atroz que sería el usar seres humanos como fuente de nutrientes, pero es lo que está sucediendo en la realidad con las demás especies, utilizándolas como instrumentos para fines humanos, no por necesidad sino por capricho, es un hecho y está demostrado que podemos vivir adquiriendo nutrientes de origen vegetal, esto con base al estudio científico y nutricional de expertos que lo avalan.
Para finalizar es importante realizar un activismo educativo constante, porque el cambio de actitud en la gente que aún apoya la explotación de estas personas es lo que hará que este mundo sea más justo para ellas. A quien lea este artículo y aún no sea vegano le pregunto, en nombre de las miles de millones de personas de otras especies que son víctimas ¿por qué aún no eres vegana? No hagas a estas personas lo que no quisieras que te hicieran a ti.
Piensa, reflexiona y actúa… Hazte Vegan